Ejército Argentino Capellanía Mayor
Javascript DHTML Drop Down Menu Powered by dhtml-menu-builder.com
Nuestra Señora de La Merced
Virgen de La Merced

 

Domingo II de Cuaresma
Separador

Evangelio según San Mateo 17, 1-9.

Jesús tomó a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos: su rostro resplandecía como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz. De pronto se les aparecieron Moisés y Elías, hablando con Jesús. Pedro dijo a Jesús: “Señor, ¡qué bien estamos aquí! Si quieres, levantaré aquí mismo tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”. Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y se oyó una voz que decía desde la nube: “Éste es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección: escúchenlo”. Al oír esto, los discípulos cayeron con el rostro en tierra, llenos de temor. Jesús se acercó a ellos y, tocándolos, les dijo: “Levántense, no tengan miedo”. Cuando alzaron los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús solo. Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: “No hablen a nadie de esta visión, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos”.

Teniendo en cuenta su próxima pasión y muerte en la cruz, y habiéndola anunciado a sus apóstoles, Jesús quiso animarlos mostrándoles algo de la gloria de la resurrección. En el misterio propiamente dicho de la encarnación Jesús es hombre y Dios, y su alma tiene la visión beatífica, incluso antes de la resurrección, es decir que su humanidad es viadora y comprehensora a la vez. Sin embargo, y también antes de la resurrección, su cuerpo era como un velo de su gloria. Éste cuerpo suyo habría de ser glorificado con su resurrección. La agilidad, la sutilidad, la impasibilidad y la claridad son las características de los cuerpos gloriosos. Algunas veces Jesús adelantó alguna de estas propiedades a un tiempo anterior a su resurrección, por ejemplo al caminar sobre las aguas y en esta escena de su transfiguración. También es verdad que Jesús vino para cumplir y llevar a su perfección la ley y los profetas. Por eso es que al transfigurarse ante sus discípulos son Moisés y Elías los que aparecen hablando con Él. Cuando los fariseos quisieron condenar a la mujer adúltera y poner a prueba a Jesús en su actitud para con ella, Jesús se pone a escribir en la arena. Posiblemente con ese gesto, como en la transfiguración también, nos muestra con ello que en realidad Él es el supremo legislador. Un legislador que ha puesto su ley en la naturaleza misma del universo por Él creado y en el mismo corazón del hombre, donde ha grabado la ley natural. Después de la caída de Adán, también ha venido para poner la ley del evangelio en el corazón de los hombres; y esa ley es la gracia. La gracia es la ley del evangelio. Las virtudes su consecuencia. Por eso tal vez quiso ser acompañado por Pedro, Santiago y Juan, ya que de alguna manera ellos representan respectivamente la fe, la esperanza y la caridad, que son las tres virtudes teologales. Sobre la naturaleza pone Dios el orden sobrenatural. Esa gracia será el anticipo de la gloria que vendrá en la otra vida. La voz del Padre confirma a los discípulos que Jesús es el Hijo de Dios y por lo tanto ese mismo supremo legislador al que hay que escuchar con fe y seguirlo con la vida virtuosa. Y como las virtudes son difíciles de vivir se asemejan a la cruz. En una palabra, se va por la cruz a la gloria, y por Cristo al Padre. La gracia será una participación, por obra del Espíritu Santo, de la naturaleza divina y una realidad de orden sobrenatural para el hombre. En el Espíritu Santo se podrá seguir la vida cristiana, que es Cristo como camino. Es verdad lo que dice San Pedro: estamos muy bien aquí ya que vamos hacia el cielo. También no menos verdadera la advertencia de Cristo a no tener miedo. No hay que tener miedo a la cruz, ya que ella es una buena parte de la verdad que hay en el hombre y sin ella el hombre se perdería a sí mismo.

Pbro. José D´Andrea
Capellán Castrense

 

Volver
Reflexiones anteriores
Descargas
 
BarraFinal
Santa Sede Conferencia Epicospal Argentina Obispado Castrense Ministerio de Defensa Ejército Argentino Escudo Capellania Mayor del Ejército mail Santoral Castrense Instructivo Pastoral Reflexión del Evangelio del domingo