Estimados camaradas y familia:
La celebración de la Navidad y el inicio del nuevo año es ocasión propicia para reencontrarnos con nosotros mismos y con nuestros seres queridos. Navidad es tiempo de paz. La figura del pesebre nos presenta a Dios que se hace niño y que nace en un lugar humilde. De ese modo nos lleva de su mano hacia la paz. Un niño nos llena de ternura y nos frena todo espíritu de violencia y un lugar digno y pobre como el Portal de Belén nos aparta del consumismo y los intereses mezquinos que nos hacen perder la paz para depositarnos en la tranquilidad de los afectos y de la esperanza en la vida eterna. Les deseo de corazón que la misma luz que envolvió a los pastores en la noche de Belén, y que guió a los Magos que fueron desde Oriente para adorar al Niño, también hoy nos ilumine para celebrar en compañía de los seres queridos, con alegría y en paz, la ya cercana fiesta de Navidad y el inicio del nuevo año.
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