Compartimos con ustedes la entrevista que realizara Vatican Insider, portal de noticias sobre el Vaticano y la Iglesia Católica del diario italiano “La Stampa”, al recientemente nombrado Obispo Castrense de Argentina, Mons. Santiago Olivera.

Por Andrés Beltramo Álvarez. 28/03/2017.


Sanar heridas y mirar para adelante. Es la voluntad de Santiago Olivera, nuevo obispo militar de Argentina. Su designación, anunciada este martes, liquidó el más grande de los pendientes en la relación bilateral entre ese país y la Santa Sede. El puesto estaba vacante desde 2007, producto de aquella crisis que involucró a su antecesor, Antonio Baseotto, al presidente Néstor Kirchner y al aborto.

En entrevista con el Vatican Insider, el clérigo reconoció que su nombramiento es un gesto del actual gobierno, pero también de la Iglesia misma. 
Olivera, hasta ahora obispo de Cruz del Eje (Córdoba), tomará las riendas de una estructura que cuenta con 152 capellanes “compartidos” y otros 30 sacerdotes propios del obispado. Se reunirá con la mayoría de ellos, esta semana en la casa La Montonera. A inicios de abril viajará a Roma y será recibido por el Papa Francisco. Según sus propias estimaciones, asumirá su nuevo rol entre finales de mayo y principios de junio. 

¿Cómo recibió la noticia de su designación?
Con sorpresa porque nunca la hubiera imaginado. Estoy muy contento aquí en Cruz del Eje, pensé que iba a estar más tiempo. Mi horizonte, mi corazón y mis pies estaban aquí. Algunos me habían dicho: “ya pasó mucho tiempo, lo van a trasladar, lo van a llevar a Roma”. Era lo que la gente decía. Nunca imaginé ser obispo castrense, es una diócesis particular que exige un acompañamiento especial. Ya estoy rezando y quiero estar cercano a este pueblo que Dios me confía a través de la Iglesia.

¿Cuál es el principal desafío?
Aspiro a llegar como un obispo que es un padre, un hermano y un amigo, que tiene confiadas las realidades pastorales y espirituales de los militares, de sus familias, acompañar a los sacerdotes que hacen esta labor. Voy como un sacerdote a hablar del evangelio, a crear puentes, a mirar con entusiasmo el futuro. Agradezco mucho haber pasado por esta tierra del “cura gaucho” José Gabriel Brochero (Cruz del Eje), que era el hombre del encuentro. Sueño con militares, con políticos, con docentes, con empresarios que hagan los “baños del alma”, como los llamaba el santo.
Voy también a conocer, porque yo no conozco mucho del mundo militar. He visto un poco, pero todo desde afuera; por eso voy a darme mi tiempo para escuchar, conocer y eso va a servir para amar. 

Usted llega a este nuevo destino tras 10 años de vacante por causa de una controversia institucional entre el gobierno de entonces y la Iglesia, ¿se cierra ese capítulo?
Aspiraré a mirar para adelante. Hay que dejar atrás viejas heridas, trataré de hacerlo. Para eso nos va a ayudar el encuentro con la palabra, con la oración, crear puentes y no crear muros. Tenemos que trabajar para el encuentro de todos, para mirar la historia con verdad y con justicia, no con pasiones de un solo lado. Reconocer culpas, pensar para construir una patria con verdad, más reconciliada, más fraterna. Nadie se puede decir exento de las cosas que pasan en nuestra patria, en nuestras familias y en nuestra realidad. Pero desde la predicación del mensaje de Jesús, deseo mirar para adelante.

¿Valora su nombramiento como un gesto del gobierno para poner punto final a su más grande pendiente institucional con la Iglesia? 
Si, de los dos lados. Ya desde el Concilio Vaticano II se decía que la vocación militar debe ser atendida tanto por el gobierno como por la Iglesia. Siempre que haya puntos de encuentro para mi es una maravilla. Estoy impresionado y me siento pobre, pequeño, pero también agradecido por la confianza que el Papa me ha brindado. Estoy rezando desde hace un tiempo para que pueda ser eficaz y fecundo este tiempo.

El castrense es un obispado emblemático por lo que ha significado el Ejército en la historia de la Argentina, ¿cómo afronta esto?
Lo primero es conocernos, dialogar, escucharnos. Hay visiones de la historia que podemos no necesariamente compartir, pero nos va a unir la fuerza del evangelio y el amor por los hermanos. Jesús cuando habla pide el amor a los enemigos, a quienes nos hacen sufrir o piensan distinto que nosotros. En el amor nos vamos a encontrar, voy con todo el deseo de encarnar el evangelio y eso nos va a llevar a un camino de reconciliación, de encuentro.
 
¿Qué desea el Papa con su nombramiento?
Sigo al Papa, valoro su enseñanza pero fundamentalmente su testimonio, su trabajo, su amor a la historia y a los hombres. Yo no soy más que un pastor, no tengo más que ofrecer. Desde esta experiencia trataré de ser mediador, punto de encuentro en nuestra sociedad. Hay que sanar heridas, ayudar para que todos trabajemos en esto, ir cicatrizando y mirar para el futuro. Estaré con el Papa, conversaré con él y le pediré que me ayude. Estoy con el corazón partido, triste porque dejo esta tierra, no me es fácil partir, pero me consuela que él haya pensado en mí.

Link a la noticia completa en Vatican Insider:
http://www.lastampa.it/2017/03/28/vaticaninsider/es/reportajes-y-entrevistas/obispo-militar-de-argentina-sanar-heridas-y-mirar-para-adelante-h0Y3YDUlA6Wq3CxaawUSjM/pagina.html